POR UNAS FIESTAS SANAS

   





         Navidades. Son las fiestas más copiosas e indigestas que hay, por no decir las que más engordan y, aunque a todos nos preocupan estas situaciones, vamos a caer en ellas. 

     Hay una serie de cosas que son claves para mantener la salud y no engordar, aparte de mucha fuerza de voluntad:

  1. Mucho cuidado con los excesos. Intentar evitar en lo posible los excesos de carnes grasas, sobre todo el cerdo, las mayonesas,  embutidos...
  2. Mejor más pescado que carne. Si tenemos la opción de elegir entre carne y pescado, elegir la segunda, tanto por su cantidad de grasas (mucho menor), como por la calidad de éstas, a las que se les atribuyen excelentes cualidades anti-colesterol.
  3. Aumentar más las defensas. Estamos en época de resfriados y, como seguramente proteínas comeremos, se recomiendan alimentos que  contengan hierro, como las ostras, y también vitamina C, que permite que el hierro se absorba hasta tres veces más. Los alimentos que más vitamina C contienen son las frutas, entre las que destacan los cítricos, la piña...
  4. Moderar el dulce. Muy fácil de decir, y difícil de cumplir ya que turrones, mantecados... son una tentación difícil de vencer. No abusar no significa no comer, ya que los dulces son una fuente de energía en invierno y ayudan a levantar el ánimo.
  5. Medir el consumo de alcohol. Brindar con cava o acompañar una comida con un bue vino, son costumbres tradicionalmente arraigadas, Pero el alcohol es una fuente de grasa que aporta poco menos que nada desde el punto de vista nutricional, excepto en un montón de esas calorías que debemos intentar racionar si no queremos encontrarnos con 3 kilos de más al terminar las navidades. Recordar que la acidez del alcohol puede estar desaconsejada a quienes padecen de alteraciones digestivas, que puede interferir con algunos medicamentos potenciando su efecto y que , en algunos casos, puede transformarse en un problema de dependencias.
  6. Controlar el uso de la sal. Sobre todo los hipertensos o aquellos que puedan serlo,deben tener cuidado de no añadir a las comidas más sal de la necesaria y, por precaución, es mejor quedarse corto que pasarse de salado. Además la sal provoca retención de líquidos, con efectos poco deseables desde el punto de vista estético, pues ayudan a al aparición de la celulitis. Así que, sustituir la sal por especias e hierbas aromáticas, más saludables y sabrosas.
  7. Beber suficiente líquido. Aunque la época del año no conlleve una pérdida excesiva de líquido (al no hacer calor), tanto los ambientes demasiado caldeados, como los esfuerzos físicos (consumidores de energía, más si se realizan con frío), aconsejan una correcta reposición de agua. Las infusiones de hierbas también sirven, pues ayudan a entrar en calor, además de poder beneficiar otros aspectos de la salud como la digestión, bastante pesada y difícil por la copiosidad de las comidas navideñas. Se recomiendan las infusiones de mente, poleo, tomillo o manzanilla, y beber mucha agua.
  8. Respetar un orden y un horario. También muy complicado, pues la mesa, más que un lugar de comer, es un lugar de reunión, por lo que la comida se puede alargar varias horas, provocando digestiones largas y por ende,pesadas, favorece la ingesta de calorías en exceso y desordena los horarios de alimentación, favoreciendo, por tanto, los desarreglos en el comportamiento alimentario. Comer despacio, masticando lentamente; hablar poquito, ya que ingerimos gran cantidad de gas extra, y al acabar, dar un buen paseo, que mejorará nuestra digestión y quemará calorías.

     Hagamos nuestra Navidad  más saludable, por nuestra felicidad y por nuestra salud.

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