ACEITES VEGETALES

 


         El aceite, grasa reina de origen vegetal, tiene una importante variedad y cunas. A diferencia de otras grasas como margarinas y mantequillas, es la única que se conserva en estado líquido a temperatura ambiente. 

     Lo mismo que su origen, los diferentes grados de refinamiento le proporcionan distintos puntos de sabor y aroma. Algunos son tan refinados que prácticamente no saben a nada.

     Cada aceite da su toque especial a cualquier plato, y todos son, sin duda alguna, elementos ideales para conseguir fritos dorados y crujientes. 

     La elección de uno u otro entre los distintos tipos, dependerá del paladar de cada uno. Aquí te presento los más corrientes:

  • Oliva. Extraído de las aceitunas, fragante y aromático, el aceite de oliva aporta un sabor especial a las comidas. el mejor es el llamado virgen extra, de color pálido, perfecto para hacer ensaladas aromáticas. Los diferentes procesos de refinamiento, atenúan aroma y sabor. Se presta a la mezcla con otros aceites. Si se le une con el de maíz, se quema menos y cunde más.

  • Girasol. Es uno de los aceites más utilizados en la cocina, después del de oliva. Muy ligero, tiene un gusto bastante agradable. Se utiliza con éxito para ensaladas, fritos y mayonesas. Se hace a partir de las semillas de girasol, más conocidas como "pipas". Es un aceite "multiusos", ideal para quienes desean tener uno sólo en la cocina. 

  • Maíz. Este aceite proviene de los granos tiernos del maíz. De sabor bastante insípido, es muy adecuado para realizar frituras con abundante grasa. Se calienta con mucha rapidez, y además -dato a tener en cuenta- no absorbe el sabor de los distintos alimentos, por lo que se puede utilizar indistintamente para platos dulces y salados. No es recomendable para ensaladas ya que "sabe" muy poco.

  • Soja. Uno de los aceites más económicos. De aspecto pálido y sabor peculiar, sobre todo en aliños y ensaladas. Resulta excelente en repostería, y la industria alimentaria lo usa para fabricar margarina. A la hora de freír conviene mezclarlo a partes iguales con aceite de oliva, ya que resultará más sabroso y cundirá el doble. Es un aceite que tiene mala prensa.

  • Cacahuete. Cuando las modernas técnicas de refinamiento no habían llegado a la perfección actual, este aceite solía tener un agradable y delicado sabor a cacahuete. Hoy, prácticamente no tiene ninguno, por lo que está especialmente indicado para freír. En cambio no aporta nada a las ensaladas. Los buenos catadores, las prefieren siempre con aceite de oliva, capaz de dar su toque a los aliños.

  • Sésamo. Menos habitual que los anteriores, está hecho a partir de las semillas del sésamo, árbol originario de la India. Resulta muy sabroso y tiene mucho carácter. Se usa en la cocina oriental y se puede encontrar en establecimientos especializados. No se recomienda meterlo en la cocina diaria. Es demasiado peculiar, y su fuerte sabor echaría a perder los fritos o ensaladas.


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