ALCACHOFAS. ASÍ SE LIMPIAN


  

     Su limpieza para preparaciones culinarias es muy sencilla. Lo más importante es sacar las partes vedes de la alcachofa, procurando dejar siempre el corazón intacto, ya que es el mejor bocado. Y sólo requiere de unos sencillos pasos:

  1. Cortar la alcachofa de la mitad para arriba, desechando toda la parte superior de la misma.
  2. Cortar todas las partes de color más verde oscuro y amargas de la alcachofa, tanto las hojas como alrededor de todo el corazón.
  3. Frotar todo el exterior de ella con un limón partido, para evitar que ennegrezca.
  4. Con la ayuda de una cucharilla vaciadora, quitar toda la pelusilla interior si se considera necesario.

    Una vez limpiados los fondos y si no se van a utilizar en el momento, la manera correcta de proceder es conservarlos en una preparación específica que, en términos culinarios se conoce como "blanco". 
     Para hacer un caldo "blanco" calcular 1 cucharada sopera de harina diluida en 1 litro de agua. Añadir el zumo de 1 limón exprimido y dejar el limón dentro.
     Este blanco es ideal para hervir los fondos de alcachofa y para conservarlas una vez limpias, evitando así que se oxiden.

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