Éste término culinario no es otra cosa que uno de los cortes que se le pueden dar a la cebolla, junto con la juliana y los aros.
Es uno de su corte más práctico, ya que nos permite obtener dados pequeños (lo que normalmente conocemos como picar cebolla) que, una ver pochados en los guisos, apenas se notarán.
Su forma de cortar, es muy sencilla, pero eso sí, exige cierto rigor:
- Primero, después de peladla, la partimos es dos y colocamos una mitad sobre la tabla, con la parte plana apoyada. Realizaremos una serie de cortes verticales sin llegar al final para que las rodajas no se separen.
- Ahora los cortes los haremos en sentido perpendicular.
- Finalmente, haremos lo mismo, pero en sentido horizontal.
El segundo y tercer paso, los podéis invertir. Eso ya dependerá de cómo se os dé mejor ( a mí, particularmente, me gusta más así).
Es una forma muy sencilla de picar cebolla, pero si al principio no os sale muy bien, no os desesperéis. La primera vez, como en todo, no saldrá a la perfección.
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