Para adquirir un vino y asegurar su calidad, es mejor comprarlo en tiendas especializadas. Posiblemente su precio sea más caro, pero sus condiciones de conservación y su calidad estarán garantizadas. Pero hay una duda que tenemos si el vino adquirido no lo vamos a utilizar de inmediato y es:
¿CUÁNTO TIEMPO PUEDO CONSERVARLOS?
El vino tiene diferentes etapas de vida, y en cada una de estas etapas hay procesos químicos que, en algunos casos sirven para mejorar el vino y en otras para que éste entre en declive.
Si el vino adquirido no lo vamos a consumir en el momento, lo primero que hemos de hacer, es guardarlo correctamente. En horizontal, y con unas condiciones de luz y temperatura idóneas (cómo ya hemos visto anteriormente), y luego, tener en cuenta su tiempo máximo de conservación.
Teniendo en cuenta la añada que aparece en el etiquetado, las condiciones óptimas de consumo para cada tipo de vino son:
- Vinos espumosos: entre 1 y 2 años debido a su tendencia a perder gas carbónico.
- Vinos blancos jóvenes: entre 1 y 2 años mantendrán sus matices y frescura. A partir de este tiempo, empiezan a amarillear, y adquieren un aroma diferente, resultando menos frescos y afrutados.
- Vinos blancos crianza: entre 2 y 3 años, ya que la crianza en barrica ayuda a conservar mejor su esplendor.
- Vinos rosados: entre 5 meses y un año. Hay que consumirlos jóvenes y afrutados.
- Vinos tintos jóvenes: entre 1 y 2 años para degustar su frescura y matices afrutados.
- Vinos tintos crianza: entre 3 y 4 años para los tintos con barrica 3 a 6 mese y 5 años para los que cuentan con una crianza mayor a los 10 meses.
- Vinos tintos reserva: entre 7 y 8 años, teniendo en cuenta siempre la añada del etiquetado.
- Vinos tintos gran reserva: 10 años, teniendo en cuenta que muchos tardan 5 y 7 años en salir al mercado.
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