Hay determinados momentos en la vida en que hemos querido perder peso. Muchas veces, lo hacemos por nuestra cuenta, otras, siguiendo alguna dieta de moda. Pero no siempre esto es lo correcto, ya que alargamos en demasía la dieta que casi con toda seguridad será desequilibrada o tenemos algún problema médico que nos impide hacerla por nuestra cuenta, por lo que en este caso, siempre hay que ponerse en manos del especialista.
Otro factor fundamental es el efecto rebote. Cuando hemos conseguido nuestro objetivo, volvemos a nuestros hábitos de siempre empezando a coger esos kilos que nos han costado tanto perder. No es que hagamos una dieta para siempre, pero hemos de aprender a alimentarnos bien, saber qué alimentos nos benefician, cuales nos perjudican y siempre evitando los excesos. Y volver a una alimentación normal de forma progresiva.
Si no conseguimos los objetivos que nos habíamos propuesto, puede ser que la dieta no esté bien calculada, la genética, o la edad. Se busca la causa, y se busca la solución.
La bases de cualquier dieta para perder peso es conseguir ingerir menos calorías de las necesarias para hacer una vida normal, con lo que el cuerpo se verá obligado a recurrir a sus reservas grasas para quemar combustible. Y fundamental: marcarse metas por etapas que, al alcanzarse, consigan un alto grado de satisfacción.
La dieta ideal es la hipocalórica equilibrada, la "aburrida". Verdura, pescado, carne a la plancha... , pero hay algunas recetas y trucos que ayudan a hacerlas más atractivas .Y sobre todo, ha de aportar todos los nutrientes requeridos para el correcto funcionamiento del cuerpo humano.
¡ Qué ustedes lo coman bien !
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