Una de las múltiples tapas de nuestra gastronomía, y su nombre deriva del pimentón picante que se le añade a la salsa de tomate, por lo que no es apta para estómagos delicados.
Si éste es el caso, la solución es tan simple como echar menos cantidad, o sustituirlo por pimentón dulce, aunque su peculiaridad es que pique por lo menos un poquito. Y cuidado si las tomáis en un bar, porque en algunos casos son "bravísimas".
INGREDIENTES:
1 kg. de patatas
Aove (Aceite de oliva virgen extra)
Salsa de tomate:
3-4 tomates maduros
Pimentón picante
Vinagre
Harina
Sal
PREPARACIÓN:
- Pelar las patatas y cortarlas en trozos medianos.
- Freírlas en abundante aceite caliente a fuego lento hasta que estén doradas. Escurrir y reservar.
- Pelar, despepitar y rallar los tomates.
- Rehogarlos en un cazo con un poco de aceite de oliva.
- Cuando esté en su punto, añadir unas cucharadas de vinagre, una cucharada de harina y otra de pimentón picante. Mezclarlo todo muy bien y sazonar.
- Verter esta salsa sobre las patatas.
¡BUEN PROVECHO!
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