La pasta choux, es la masa base para preparar distintas elaboraciones, tanto dulces como saladas: eclairs, chouquettes, lionesas, buñuelos de viento... Aunque parezca complicada, se le coge el punto rápidamente.
INGREDIENTES ( 30-40 u.):
125 ml. de agua
125 ml. de leche
100 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
150 gr. De harina de trigo normal
4 huevos
½ cucharadita de sal
1 cucharadita de azúcar
PREPARACIÓN:
- Tamizar la harina junto con el azúcar. Reservar.
- En una cazuela de fondo grueso, poner la mantequilla, el agua, la leche, el azúcar y la sal.
- Calentar a fuego medio/alto, hasta llevar a ebullición.
- Retirar del fuego y echar la harina de golpe.
- Mezclar con energía hasta que todos los ingredientes se integren completamente.
- Ha de quedar sin grumos y estará lista cuando la masa se despegue fácilmente del fondo.
- Volverla a poner en la cazuela, a fuego medio, hasta que se forme una pequeña costra en el fondo. Esto sirve para secar la masa.
- Pasarla a un bol y dejar reposar unos cinco minutos.
- Seguidamente, incorporar los huevos de uno en uno mezclando bien.
- La pasta estará lista cuando se pase la cuchara por el centro de la masa, se divida y lentamente se vuelva a unir. Ya sólo nos queda hornearla y rellenarla al gusto.
RECOMENDACIONES:
- Si al pasar la cuchara por el centro de la masa, no se vuelve a unir lentamente, agregar otro huevo.
- No añadir el siguiente huevo hasta que el añadido no se haya integrado bien en la pasta.
- Para mezclar bien, lo mejor es una espátula flexible.
- Es importante que la pasta choux no se queme al hacerla. Utilizar un cazo de calidad.
- Es muy importante secar la masa.
SUGERENCIAS:
- El azúcar puede ser avainillado.
- Se pueden batir ligeramente los huevos e irlos integrando poco a poco (no incorporar más hasta que no esté bien absorbida la cantidad anterior).
- La masa se puede hacer sólo con agua, sólo con leche, o combinado como es esta receta. Si se elige sólo una, simplemente doblar la cantidad
- Para cualquier elaboración, puede hornearse o freírse.
BUENO ES SABER:
La cantidad de huevos a añadir puede depender del tamaño de éstos; por eso se echan poco a poco y es lo que determina el éxito de los pastelitos. También de depende de la ebullición inicial, ya que si nos pasamos, igual hay que añadir un poco más de huevo para compensar la pérdida de líquido. Recomiendo que el último huevo a verter en la masa esté un poco batido e irlo agregando poco a poco. Y para saber si la masa está bien logrado hay dos trucos:
- El primero consiste en levantar la espátula con un poco de masa y si se pega bien a ella y luego cae separándose claramente y dejando solo una poco pegada a la espátula, está bien. Si se levanta la espátula con masa y no se despega de ella, le faltará agregar otro poco de huevo batido. Y se la masa resbala enseguida de la espátula ¡hemos agregado huevo de más!
- El segundo truco consiste en coger un poco de masa y ponerla sobre un plato. Si se sostiene tal y como la hemos dejado, estará perfecta; si se desmorona y queda como aplastado, nos habremos pasado de huevos
¡QUE APROVECHE!
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