Cuando hablamos de una yema verde en un huevo duro, seguro que más de una persona sabe de lo que estoy hablando porque ¿a quién no le ha pasado alguna vez?.
Esto no es más que el resultado de la combinación química entre el azufre del huevo, sobre todo en la clara y el hierro, mayor en la yema, que aparece cuando la cocción es prolongada o la temperatura de ésta es muy alta, dando lugar al "sulfuro ferroso", sustancia inocua para el organismo, pero que no queda muy vistosa cuando cocinamos para otras personas.
Como vemos cual es su causa, la solución es muy fácil: evitar la cocción prolongada y cocerlos a una temperatura inferior al punto de ebullición. Y lo podemos hacer de las siguientes maneras.
- Poner un cazo con agua al fuego y, cuando rompa a hervir, reducir la temperatura e incorporar los huevos que deberán cocer suavemente. En unos 8 minutos, retirarlos del fuego y remojarlos en agua fría inmediatamente después para cortar la cocción. También los podemos poner bajo el grifo. De esta manera, el verde no se producirá o, en caso de hacerlo, será menos evidente que cuando se deja en el agua caliente para enfriar lentamente.
- También se pueden cocer partiendo de agua fría y, cuando empiece a hervir, retirar el cazo del fuego, taparlo y dejar de 10 a 12 minutos.
De todas maneras, os recuerdo que hay unos relojes que se pueden graduar para que nos avisen y no se nos pase el tiempo.
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