La gelatina se clasifica como un producto alimenticio, no un aditivo alimentario. No contiene conservantes ni otros aditivos y está libre de grasas, colesterol y componentes de ácido úrico. Pero hay que tener cuidado al comprarla ya que en el mercado las encontramos de tres tipos y no todas son tan sanas como creemos.
TIPOS DE GELATINA
- La de origen animal: extraída de su piel, huesos..., compuesta en un 90% de proteínas, un 2% de sales minerales y agua, y con un gran contenido en colágeno. La gelatina de toda la vida y quizás la menos frecuente en los carritos de la compra.
- La de origen vegetal: de algas o semillas o pieles de las frutas. También bastante saludable aunque su contenido en proteína es menor.
- La que tiene un origen de azúcares múltiples. Y por desgracia la más habitual en la compra. Suele ser más barata, pero su contenido en hidratos es alto y muy bajo en proteínas.
Vamos a centrarnos en la gelatina de origen animal, la cual la podemos encontrar en polvo o en láminas.
Es una proteína pura, natural, con un alto contenido en colágeno, compuesta de proteína (entre un 84% y un 90%), un 2% de sales minerales y el resto de agua.
Aunque tiene un alto contenido proteico, hay que decir que estas proteínas no contienen muchos de los aminoácidos esenciales, por lo que son de bajo valor biológico en comparación con otros alimentos como leche, carne, pescado o huevos y por lo tanto no debería ser un alimento esencial en nuestra alimentación diaria salvo casos concretos.
BENEFICIOS DE LA GELATINA
- Uno de sus beneficios se debe a que su principal contenido es la grenetina, sustancia que aporta colágeno, y este alto contenido en colágeno nos ayudará a mejorar las articulaciones, reforzar nuestro cabello, uñas, la elasticidad de la piel...
- Tiene casi un nulo contenido en grasas, colesterol o azúcares,por lo que tiene un bajo aporte calórico. Esto hacen de la gelatina un alimento habitual en dietas de adelgazamiento y también porque absorbe una gran cantidad de agua produciendo una rápida sensación de saciedad.
- Ayuda a la digestión de ciertos alimentos como carnes o lácteos, debido a su alto contenido en glicina, un aminoácido que estimula el ácido en el estómago necesario para la digestión y asimilación de nutrientes. También aumenta el aprovechamiento de las proteínas.
- Es una hidratante perfecta, especialmente para personas que ingieren pocos líquidos como suelen ser las personas ancianas o convalecientes.
- Favorece la salud de los huesos. Es una fuente de calcio, magnesio, fósforo, silicio y otros minerales que ayudan a reconstruir y fortalecer el sistema óseo. A tener en cuenta en el crecimiento de los huesos en los niños.
- Fortalece las articulaciones. Reduce la inflamación, sobre todo por su facultad para regenerar el cartílago de las articulaciones.
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