Ir al contenido principal

CÓMO SERVIR EL VINO






     En todas comidas, siempre hay que seguir unas pautas para servir correctamente el vino: temperatura, orden, o cómo abrir las botellas. Aquí os dejo unas pequeñas normas que nos pueden ayudar en esta tarea.


TEMPERATURA

     Todos los vinos, independientemente de su variedad, ha de servirse fresco, cada uno a su temperatura. Sólo hay que tener en cuenta que al vino no se le echa nada (hielo, refresco...), se toma tal cual y que por debajo de 5ºC no se pueden percibir bien sus sabores.

  • VINOS TINTOS. Su temperatura ha de oscilar entre los 16 y los 18º C para que conserven todos sus matices y se perciban adecuadamente sus componentes. Los jóvenes, se pueden servir entre los 12 y los 15º C para resaltar su frescura, los crianzas entre los 16 y los 18º C y las grandes añadas a 20º.
  • VINOS BLANCOS. Los jóvenes secos se tomarán frescos, pero no muy fríos para disfrutar de sus aromas afrutados. Entre 7 y 10ºC. Una temperatura más alta hará resaltar el alcohol y una baja su acidez y enmascarará su personalidad. Los dulces, a unos 6ºC para resaltar su carácter frutal y su expresión dulce. Los blancos crianza, entre 10  y 12 ºC (a temperatura más baja, pierden los complejos aromas del roble). Los blancos generosos, como las manzanillas o los finos, servir entre 7 y 10º C.
  • VINOS ROSADOS. Su temperatura ideal está entre los 6 y los 8º C.
  • CAVA. Tomarlo entre 5 y 7ºC.

     Se aconseja dejar que el vino se airee un poco, sobre todo los añejos, los cuales es bueno airearlos al menos una hora antes de tomarlo. Y decantarlos para que los posos no pasen a la copa.

     Y muy importante: la temperatura debe conseguirse de modo gradual. Nunca metiendo el vino en el congelador. En caso del blanco, rosado o cava, hay que ponerlo en la nevera unas horas antes de servirlo y en la mesa, conservarlo en una cubitera especial con agua e hielo.


ORDEN

  • POR SU COLOR. Se sirven antes los blancos que los tintos y los rosados entre medio.
  • POR SU EDAD. Primero los más jóvenes  luego los más añejos.
  • POR SU SABOR. Los más suaves en primer lugar (de menos cuerpo y graduación) y luego los más intensos (de más cuerpo y graduación).
  • VINOS DULCES. Con postres o aperitivos.

     Podemos utilizar un sólo vino para toda la comida. En ese caso, podemos elegir un vino intermedio que vaya bien con todo el menú, ni demasiado joven ni demasiado viejo. Incluso se puede hacer una comida entera con cava o champán (este tipo de vinos espumosos con los postres no es muy correcto ) 
     A tener en cuenta: los vinos blancos o espumosos suelen acompañar a los pescados, mariscos o algunas carnes blancas. Los vinos rosados a ensaladas y pasta. Los vinos tintos con carnes rojas y guisos, platos que son más grasos y con sabores más fuertes. Los dulces, van bien con postres y aperitivos.


APERTURA
  • La botella de vino ha de estar siempre apoyada en la mesa, para evitar que el corcho se rompa.
  • Nunca mover la botella. Sólo hay que girar el sacacorchos.
  • Nunca perforar el corcho hasta el fondo o de lo contrario, caerán trocitos de corcho en el líquido.
  • Abierta la botella, limpiar la boca con una servilleta o trapo limpio.
  • Y servir un poco en una copa que desecharemos, para limpiar la boca y el cuello de la botella de posibles restos que hayan podido quedar.

EL SERVICIO PERFECTO
  • Llenar las copas un tercio aproximadamente de su capacidad.
  • En el caso de los blancos, se puede servir menos cantidad para mantener su temperatura ideal.
  • No apoyar la botella en la copa para servir y limpiar inmediatamente después para que no caigan gotas.
  • Si se cambia de vino, cambiar de copa para no mezclar sabores.

  A TENER EN CUENTA

  • Tomar la copa por el pie para evitar calentar el líquido.
  • Si dan a probar el vino antes de servirlo al resto de los comensales, decir sinceramente lo que parece. Puede estar picado o no ser de buena calidad
  • Y si sois de saborear el vino después de terminar la comida, pedir que no retiren la copa a la hora de los postres.


Comentarios