LIGAR SALSAS

 



 

     En términos culinarios, ligar una salsa es espesarla cuando su consistencia es demasiado líquida. La técnica más usada es la de dejarla reducir, es decir, hervir sin tapar para que el líquido sobrante se evapore lentamente hasta que quede densa. En ocasiones, por falta de tiempo, no nos es posible, así que podemos recurrir a uno de estos métodos en cualquier ocasión:

  • Mezclar harina y mantequilla a partes iguales y, a continuación, darle un hervor junto a la salsa o guiso que se quiera espesar. Unos cuantos minutos bastarán
  • Mezclar una yema de huevo con unas cucharadas de la salsa, y calentar sin que llegue a hervir para evitar que la yema se cueza y forme grumos
  • Añadir fécula o harina desleída en agua o en cualquier otro líquido frío y, a continuación, darle un hervor
  • Agregar una pequeña porción de puré de patatas y desleírlo en la salsa ya hecha, o, una patata pequeña finamente rallada durante la cocción
  • Y si el guiso lleva patatas, triturar alguna

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