Si se tienen muchas setas y se dispone de poco tiempo para prepararlas, lo mejor es conservarlas crudas. Para ello disponemos de dos métodos: el secado o la congelación.
SECADO
El secado conserva su sabor y tiene un óptimo rendimiento y podemos elegir entre dos maneras de secar.
- SECADO AL AIRE. Para ello, limpiar las setas, eliminar la parte terrosa del pie y contarlas en láminas finísimas. Disponer las láminas sobre una rejilla y dejarlas al sol en un lugar ventilado, dándoles la vuelta un par de veces al día hasta que estén secas.
- SECADO CON CALOR ARTIFICIAL. Limpiar y preparar las setas como en el secado al aire, e introducirlas en el horno a 30-40ºC durante 2 horas con la puerta entreabierta y usando un pequeño ventilador o un secador de pelo eléctrico para enviar aire al interior.
CONGELACIÓN
Cortar la parte terrosa de los tallos y eliminar los residuos de tierra con un cepillo, suavemente. Separar los tallos de los sombreros cortar los tallos en lonchas. Limpiar los sombreros con un paño húmedo. Introducir en bolsas de congelación por separado, por un lado los sombreros enteros y por otro, los tallos. Dejar salir el aire y cerrar herméticamente.
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