La temporada de los fresones a de mayo a septiembre, aunque en febrero empiezan a aparecer los primeros. Y aunque ya los podemos encontrar en el mercado todo el año, hay que recordar que tienen un precio más alto y su dulzor es menor.
Hay que tener en cuenta que los fresones tienen un ciclo de vida de un día, a temperatura ambiente y dos, en la nevera. Por eso, la mejor solución es comprarlos el mismo día que se vayan a consumir.
No guardarlos amontonados en el frigorífico tal cual los compramos, sino extendidos en una superficie plana. Y siempre, antes de comprarlos, hay que observar su calidad atentamente: han de ser fuertes, tersos y que se vean sanos, con buen color y sin golpes ni magulladuras.
Una vez en casa, no quitarles las hojas hasta el momento de servirlos, y siempre después de lavarlos, ya que se estropearán más deprisa.
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