Muchas veces, al descongelar croissants en el microondas, nos quedan blandos al sacarlos y, cuando se enfrían, demasiado duros.
Para que esto no suceda, hemos de envolver cada croissant en una servilleta de papel o en un trozo de papel de cocina y calentarlos al 100% de potencia durante no más de 20 segundos por cada croissant que introduzcamos. Es decir, si calentamos tres al mismo tiempo, hay que calcular aproximadamente entre 50 segundos y un minuto, dependiendo de su tamaño. Una vez fuera del microondas, hay que dejarlos reposar, sin desenvolverlos, unos 3 ó 4 minutos. Así quedarán tiernos por dentro, y crujientes por fuera
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