Un básico en nuestra cocina que no sólo sirve para limpiar o recoger cualquier líquido vertido por accidente, sino también para resolver pequeños inconvenientes y problemas en alimentos o en utensilios de cocina, como por ejemplo:
- Congelar pan. Si compramos pan en exceso y hemos de congelar una parte, envolverlo en papel de cocina para que la humedad desaparezca y se descongele mejor.
- Secar vegetales. Ponerlas en una ensaladera entre dos papeles y presionar suavemente.
- Acabar con la humedad del azúcar moreno. Cuando hace calor, el azúcar moreno libera una humedad natural que, con el tiempo, hace que parezca una masa compacta. Evitarlo, ponerlo en un recipiente tapado con papel de cocina. Y si ya te has encontrado con este problema, la solución es la misma. Al siguiente día habrá recuperado su consistencia.
- Al hacer caldo casero, a veces queda con un exceso de grasa. Cubre un colador con papel de cocina y filtra el caldo.
- Las ollas no se oxidarán al guardarlas interponiendo papel de cocina entre ellas. Lo mismo que si apilamos platos, para que no se rocen unos con otros.
- Absorbente de grasas. Ideal para eliminar el exceso de aceite en frituras.
- Cubrir alimentos en el microondas para evitar las temibles salpicaduras....
Aquí tenemos algunos ejemplos y, seguramente, todos tenemos nuestros trucos particulares. Si queréis compartirlos, serán bienvenidos
Comentarios
Publicar un comentario