Aunque en las pescaderías ya nos dejan el pescado preparado para cocinar, a veces necesitamos hacerlo en casa. Parece una tarea complicada, pero es más fácil de lo que parece.
- Empezaremos quitándoles las aletas con la ayuda de unas tijeras.
- Sujetándolo por la cola, rasparemos las agallas con la parte roma de un cuchillo ( y si lo hacemos a menudo, hay unos utensilios especiales para tal fin). Y siempre de la cola a la cabeza.
- Aclarar el pescado bajo el chorro de agua.
- Hacerle una incisión en el abdomen.
- Introducir los dedos y, con el pescado bien sujeto por la cola, tirar de las vísceras hacia fuera.
- Volverlo a lavar.
- Hacer otro corte en el lomo, desde la cabeza a la cola, a lo largo del espinazo. Ha de ser limpio para que la espina central quede expuesta.
- Cortar la cabeza.
- Retirar todas las espinas que veamos, con la ayuda de unas pinzas.
- Sujetar los filetes por la cola y resbalar un cuchillo afilado entre la piel y la carne para retirar la piel.
Como veis, no es tan complicado. Existen en el mercado utensilios tanto para quitar las escamas, como para quitar las espinas. Si los limpiamos a menudo en casa, sería una buena idea.
Y si no nos gusta el olor a pescado en las manos, utilizad guantes de goma.
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