CONGELAR CHAMPIÑONES

 

  


     Los champiñones frescos se pueden congelar tal cual, pero hay que tener en cuenta que, por su alto contenido en agua, su textura y forma pueden variar cuando los descongelemos. Para ello, los debemos limpiar de tierra con un trapo y cortar por la mitad los que sean muy grandes. Colocar en una bandeja sin apiñar y pasar al congelador hasta que adquieran cierta dureza. En ese momento, pasarlos a bolsas y cerrar eliminando todo el aire posible. Poner la fecha y volver al congelador.

     Otra opción, para evitar que queden blandos al descongelar, es la de blanquearlos brevemente. Para ello, prepararlos como anteriormente y cocerlos en agua salada, a razón de 2 gr. de sal por litro de agua, unos 3 ó 4 minutos. Transcurrido este tiempo, escurrirlos y dejar enfriar totalmente. Poner en bandejas e introducir en el congelador hasta que endurezcan. Posteriormente pasar a bolsas, a las que se les haya sacado todo el aire posible. 

     Pueden durar unos seis meses en el congelador, por eso es muy importante poner siempre la fecha de congelación. Y se pueden utilizar sin descongelar previamente.


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